¿Cuáles son los tipos de hormigón más comunes?

El hormigón se encuentra en la lista de los que tiene mayor demanda cuando se trata de construir. Si quieres utilizarlo en tu proyecto primero debes saber que existen varios tipos. Cada uno es diferente y tienen utilidades distintas. Por eso acá te explicamos los más comunes para que elijas el correcto.

Es un material que se usa frecuentemente en distintas construcciones. Está compuesto por varios elementos, entre ellos principalmente el cemento. También tiene dentro de sus componentes agua, arena y piedra. La unión de todos estos ingredientes hace posible una pasta homogénea y moldeable.

Puedes emplearlo en numerosas edificaciones de dimensiones grandes, medianas y pequeñas. Las empresas constructoras lo usan en obras importantes como centros comerciales, fábricas, museos, parques, estadios, calles, oficinas, puentes. Pero también es posible que lo utilices en obras de conjuntos residenciales, estacionamientos, viviendas y más.

El hormigón tiene como característica que es versátil, fácil de usarlo y sencillo de conseguir. Posee mucha plasticidad al momento de aplicarlo, sin embargo, otra cualidad es que seca con rapidez. Ten presente que en ciertas ocasiones puede utilizarse como un refuerzo junto con el acero para mejorar la obra.

Tienes la oportunidad de prepararlo de distintas formas. Ello va a depender del tipo que elijas según la clase de construcción que necesites. Pese a esto, dicho material posee distintas ventajas al momento de usarlo en tu proyecto. ¿Quieres saber cuáles son? Aquí te detallamos sus principales beneficios.

• Adherencia: La mezcla se adecua correctamente a otros materiales que se emplean usualmente en la ingeniería civil. Entre ellos el acero, esto es importante porque te favorece en que evita la corrosión o erosión de la obra.

• Resistencia: Es un producto fuerte que soporta el peso de los distintos elementos que se coloquen sobre él. Por lo tanto, puede ser ideal para aplicarlo en edificios que necesitan una gran cantidad de carga. No solamente al instante, sino también con el paso del tiempo.

• Facilidad: Te beneficia al instante en que lo vayas a utilizar. Esto debido a que es fácil de emplear, pero asimismo sencillo de preparar. Por ejemplo, no es necesario que lo calientes con el fin de obtenerlo. Añade los ingredientes, mézclalos adecuadamente y listo.

• Durabilidad: Puede durar por muchos años una vez que se aplica en el área donde lo desees. Esto te beneficia porque ahorras dinero, pues no necesitas de remodelaciones durante un largo período de tiempo.

• Adaptación: Se adapta a las diferentes condiciones climatológicas. Por ejemplo, es capaz de resistir las radiaciones nucleares. Así como también puede soportar las elevadas temperaturas.

Diversidad: Dependiendo del tipo de hormigón, puedes elegir entre diferentes modelos, formas y colores. Además, te permite aplicar diversas técnicas para mejores resultados.

En el mercado puedes encontrar múltiples tipos de este material. Estos son diferentes en cuanto al modo de preparación, la proporción de los ingredientes y dónde lo utilizarás. A continuación, te decimos los que son considerados como los más comunes.

Hormigón preparado

Está compuesto por aditivos acelerantes, grava, fibras, cemento, módulos viscosos, arena. Estos elementos se mezclan previamente, luego en el lugar a aplicar solamente se debe añadir agua. Esto te permite obtener una pasta mejor preparada y con la densidad adecuada, puedes usarlo en construcciones como:

• Obras destinadas a recibir cargas que se transmiten luego al terreno como pilares, muros o pilotes.

• Bases que tienen como fin nivelar el piso, entre ellos radieres.

• Edificaciones que tendrán varios pisos o techos, por ejemplo, losas.

• Ideal para vigas o cadenas.

• Rellenos o reparaciones.

• Cimentaciones o fundaciones.

Hormigón prefabricado ligero

Su principal característica es que es un material con baja densidad, es decir tiene un peso inferior. También te brinda un aislamiento término que te permite disminuir la transmisión de calor de los distintos elementos para construir. Utilízalo en edificaciones que necesiten poca carga, mientras que otras cualidades de este tipo son:

• Adaptación a construcciones industriales.

• Fácil manejo.

• Aporta resistencia en pocos días.

• Utiliza poca agua.

• Permite que emplees varios aditivos, entre ellos acelerantes o plastificantes.

• Empléalo principalmente para nivelar, en la rehabilitación de edificaciones, reparaciones de viviendas, revestimientos o si necesitas un aislante térmico.

Hormigón prefabricado pesado

Es posible que lo conozcas por el nombre de concreto armado. De esta lista es uno de los más famosos porque se emplea enormemente. Está conformado por la mezcla del producto junto con esqueletos metálicos. Tiene además un peso elevado y un alto volumen, lo cual te ofrece ventajas como:

• Resistencia de diferentes clases.

• Ideal para grandes obras como puentes, túneles, presas, calles, cloacas, columnas, muros, paredes.

• Sirve para proyectos sobre estructuras antisísmicas.

• Sencillez para adquirirlo, transportarlo, mezclarlo y aplicarlo.

• Soporta la tracción y compresión.

• Poco mantenimiento porque puede perdurar largos años.

Hormigón estético

¿Prefieres un concreto para fines decorativos? Este quizás sea tu solución. Esto debido a que es el material que se emplea en proyectos donde la presentación juega un papel fundamental. Te ofrece una obra atractiva, bonita y llamativa gracias a que puedes añadirle texturas, tonalidades y moldes. Puedes escogerlo si quieres:

• Mejores acabados.

• Darle color a tu edificación.

• Usarlo en superficies horizontales o verticales.

• Decorar tu vivienda, oficina o cualquier construcción.

• Olvidarte del mantenimiento.

• Utilizarlo en la fachada para que le des la bienvenida a los invitados.

Morteros

Es otro de los tipos que se utilizan muy a menudo porque funciona como un conglomerante. Este es magnífico primordialmente para nivelar, tapar huecos o unir otros materiales. Puedes emplearlo con el fin de pegar ladrillos, rellenar bloques o aparejar el concreto o las piedras. Considera que está conformado por:

• Agregados finos.

• Aditivos.

• Aglutinantes.

• Cemento.

• Agua.

• Arena.

Hormigón proyectado

Es aquel que se aplica mediante una manguera, boquilla o cañón. El personal prepara el concreto, luego lo mezcla y después lo esparce utilizando alguna de estas herramientas. La principal característica de este material es que cuando lo vas a agregar debes hacerlo en una velocidad elevada.

También es necesario ejecutarlo con una fuerte presión. Sirve para estructuras horizontales o verticales siempre y cuando lo viertas de este modo que te explicamos. Te ofrece en la construcción superficies más compactas, gran resistencia y seguridad. La mezcla debe quedar homogénea y con una densidad correcta.

Hormigón decorativo

Este es otro material que te puede servir cuando desees mejorar la apariencia de tu obra. Puedes ubicarlo en el mercado también como concreto impreso y su popularidad va en aumento. Esto debido a que te ofrece bonitos diseños, una excelente estética y un aspecto elegante para tu obra.

En este caso resalta porque imita diferentes materias primas, entre ellas madera, piedras de distintas clases o mármol. También ladrillo, granito, azulejo, grava, mosaico, entre otros. Te brinda también la impresión de distintas texturas, acabados y diferentes moldes. Funciona para diversos espacios interiores o exteriores, además en obras de varias dimensiones.

Hormigón reforzado con fibras

Es aquel que se le agrega diferentes fibras con el objetivo de fortalecerlo y darle una dosificación adecuada. Dichas fibras pueden ser de acero, vidrio o poliméricas. Al añadirlas conseguirás una mezcla uniforme, firme y fuerte, pero hay que saber incorporarlas correctamente. Este concreto es ideal para obras en las cuales necesites gran tolerancia a la tracción.