Anteriormente los pisos de cemento pulido eran muy populares en los suelos de oficinas, comercios y plantas industriales.
Sin embargo, hoy el producto ha pasado a ser un elemento clave para la decoración. Sobre todo, al ser sustituido por el uso del microcemento, el cual nos brinda un piso fácil de aplicar, más resistente, económico y duradero.
A diferencia del hormigón impreso los pisos de cemento pulido están destinados en la mayoría de los casos a espacios interiores, debido a su terminación lisa con efecto espejo.
Aunque también se utiliza mucho en espacios exteriores como aparcamientos, centros comerciales, frontones, pistas deportivas, etc.
En definitiva, el suelo de cemento ha ganado relevancia en los últimos veinte años gracias a las mejoras en el uso de esta técnica.
Es un tipo de material sumamente resistente, ya que su superficie se reviste con otros materiales que duplican su resistencia.
Una de las diferencias es que el suelo de cemento pulido requiere de un espesor un poco mayor (debido a que estos pisos se someten a grandes cargas).
Por otro lado, se necesita la confección de juntas de dilatación cada 4 o 5 m de distancia. Sin embargo, el piso de microcemento es un piso continuo que no requiere de juntas de dilatación. Por lo que es más usual en pabellones industriales y no en viviendas.
Por otro lado, el piso de microcemento es más apropiado para las viviendas, ya que su espesor es mínimo, de apenas milímetros (5 o 3 mm).
Otra marcada diferencia es que el microcemento no necesita levantar un piso antiguo para su puesta en marcha.
Su compuesto de resina y cuarzo dejan su superficie muy brillante y resistente. El suelo, en cambio, necesita pulimento luego de su aplicación.
En otras palabras, la diferencia entre uno y otro radica en su fin estructural y/o el uso al que será sometido su piso de hormigon pulido.
Las personas muchas veces llegan a pensar que cemento y hormigón son lo mismo, pero son materiales de construcción diferentes.
El cemento es un conglomerante que, al reaccionar con el agua, se endurece. El más común es el llamado cemento Portland.
El hormigón, por el contrario, es un material compuesto que resulta de combinar cemento y otros 2 o 3 elementos más necesarios para su resistencia y durabilidad.
Su acabado lustroso es idóneo para aquellos que son detallistas, y si bien este aspecto reluciente pudiera resultar frágil a la vista (como un espejo), lo cierto es que este suelo es muy resistente.
Su superficie limpia, sin cortes y continua lo hacen el preferido cuando se busca elegancia y alta resistencia.
Los precios en m2 del cemento pulido oscila entre los 15-30 € mientras que el precio del microcemento ronda aproximadamente los 35-40 € m2, si se trata de un espacio interior y de 65-70 € m2 cuadrado en espacios exteriores.
Sin embargo, el precio depende de algunos factores, por lo que le recomendamos pedir su presupuesto gratis.
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