El hormigón es uno de los materiales más utilizado a nivel global en todo tipo de construcciones. Esto se debe a que es un material económico y fácil de usar. Este tipo de concreto está compuesto por agua, cemento, arena y grava, formando una mezcla que al secarse es muy resistente.
El hormigón de alta densidad no es nuevo, este apareció en escena en los años 60 y se popularizó debido a sus propiedades de protección contra los rayos UV, por lo que hoy en día es utilizado como medio de protección de edificaciones destinadas a la medicina o la investigación.
Cuando hablamos de densidad del hormigón nos estamos refiriendo a la cantidad de peso del material por una unidad de volumen, es decir medidos en metros cúbicos (m3). Es importante acotar que el peso del hormigón aun cuando conserve el mismo volumen puede llegar a variar.
La densidad del concreto tiene relación directa con los elementos que se utilizan en su composición. En este se pueden usar arena, rocas, grava o gravilla, como componente árido, sin embargo también se utilizan algunos otros que pudieran modificar considerablemente las propiedades de este, tales como la textura, la forma y su resistencia.
Las variaciones del hormigón van a depender de diferentes factores como a la cantidad de componente árido y cemento que contenga la mezcla, así como su tamaño, por otra parte, es determinante la cantidad de agua usada en la composición y el aire que quede contenido en el interior al secarse.
Entre los tipos de hormigón que existen, según la densidad de cada uno tenemos:
A través de los cilindros de prueba se hace la evaluación y verificación de la densidad del hormigón, en el caso de que la densidad del material se baja, probablemente se deba a que la mezcla haya contenido exceso de agua por lo que resulta en un hormigón de baja calidad en cuanto a su resistencia
El hormigón está compuesto principalmente por cemento, agua, arena y grava o gravilla. Pero además se le pueden añadir otro tipo de compuesto que lo modifiquen de acuerdo a las exigencias del constructor en cuanto al color, tiempo de solidificación, resistencia, entre otros.
Entre las sustancias que se utilizan para modificar la composición del hormigón tenemos la resina, colorante, acelerantes y retardantes, los cuales cambian las características originales del hormigón como por ejemplo el tiempo de secado.
Por su parte, los componentes que le dan la densidad como la grava o las piedras, van a influir en el resultado de textura del hormigón, haciéndolo más fino o más ordinario. Por ejemplo, para acabados en interiores se utiliza la grava más fina ya que permite unos acabados más delicados y limpios.
En este tipo de hormigón se utiliza como componente árido la piedra pómez, la pizarra o la perlita, que tienen características más livianas y aligeran en gran medida el peso de la estructura en la que se aplica.
Si por el contrario el hormigón está destinado para exteriores o en los cimientos o columnas de las construcciones, entonces lo ideal sería el uso de piedras como componente árido, como lo cual se consigue un concreto mucho más pesado.
Entre los elementos utilizados comúnmente para fabricar el hormigón tenemos los siguientes:
Agua: Un promedio de 200 litros por metro cubico.
Arena: De este material se usan entre 400 a 500 litros por metro cubico.
Cemento: Aproximadamente de 300 a 350 kg por metro cubico
Grava: Se utilizan entre 800 a 900 litros por metro cubico.
El hormigón per se, es un material muy noble ya que permite trabajarlo casi en cualquier diseño. Tanto los arquitectos como ingenieros lo asumen como una de las opciones más idóneas y rentables. Entre las cualidades del hormigón tenemos, la densidad, resistencia, maleabilidad y durabilidad.
De acuerdo al tipo y características de la construcción el diseñador elegirá el concreto que necesite, el cual va a variar de acuerdo a su composición, como ya lo mencionamos anteriormente. Las características más relevantes del hormigón son:
Entre las ventajas de utilizar hormigón se destacan las siguientes:
Su costo es mucho menor si se comparan con otro tipo de material como los puede ser el acero. Esto es posible porque los materiales utilizados en su composición son abundantes y no requieren mucho esfuerzo para conseguirlos.
Su versatilidad, se adapta a cualquier forma y diseño que queramos. En las construcciones modernas hemos podido apreciar la creatividad de arquitectos y diseñadores debido a las enormes posibilidades que le ofrece el concreto para plasmar sus sueños en la realidad.
Su composición permite que se convierta en un material aislante tanto a altas como a bajas temperaturas. Por esta razón los arquitectos diseñan de forma sostenible, utilizando el concreto como material de calefacción o refrigeración.
El concreto se caracteriza por ser muy duradero. La densidad del hormigón puede ser determinante para que se mantenga en el tiempo sin sufrir ningún daño ya que es resistente a los cambios extremos de temperatura, a las condiciones del tiempo, la humedad, entre otros.
Además de resistir el paso del tiempo y condiciones climatológicas, el hormigón es resistente al fuego. Puede aguantar un tiempo prolongado a la exposición de las llamas sin tener ningún tipo de daño.
Las estructuras fabricadas con hormigón, pueden mantenerse a través de los años casi sin ningún tipo de deformaciones en su estructura.
El concreto no necesita de mucho mantenimiento ni de sustitución, sólo un mantenimiento mínimo como sería la limpieza de su superficie cada cierto periodo de tiempo.
La construcción actual no puede ser concebida sin el hormigón. Aun cuando hoy en día muchos se decantan por construcciones más orgánicas, el hormigón no ha perdido ni un ápice de vigencia.
Su gran capacidad de maleabilidad, adherencia y capacidad para lograr diferentes colores y texturas, lo hacen perfecto para construcciones modernas e innovadoras. De acuerdo al tipo de construcción y uso será el tipo de hormigón a escoger. A continuación, algunos de los usos de este material según el tipo de construcción:
Hormigón liviano: Es el que se usa en construcciones de tabiques no estructurales. También es usado para nivelar superficies y construcción de cañerías. En su composición podremos encontrar agua, aire y ciertos aditivos. Tiene una densidad de 500 a 1800 kg/. En resistencia a la compresión se puede comparar con el concreto normal, sin embargo muchos especialista recomiendan bajar la carga como precaución.
Hormigón normal: Su densidad sobrepasa los 2000 kg/m3 y es el tipo de hormigón que se utiliza en la mayoría de proyectos que incluyen estructuras armadas, bases, columnas, aceras peatonales y pavimento.
Hormigón pesado: La densidad del hormigón pesado supera los 3000 kg/m3 y puede llegar a los 4000 kg/m3. Esto quiere decir que tiene un peso elevado y poco volumen. Su uso es más que todo en el blindaje de ciertas estructuras, como contrapeso de los puentes, en estructuras marítimas y en algunas fundaciones.
Este tipo de hormigón se usa cuando se necesita desarrollar una gran resistencia a la compresión y cambios de temperatura. Es ideal para proteger de radiaciones.
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