Fabricado a partir de arena, agua, gravilla y cemento, el hormigón es un material simple, pero versátil. Gracias a su increíble resistencia, el hormigón forma parte de prácticamente cualquier construcción. Desde los cimentos y columnas de carga hasta los acabados y pisos usan el hormigón para su montaje.
Además de servir a la perfección para usos estructurales, el hormigón va bien para la pavimentación de suelos y caminos. Aquí te contaremos todo lo que debes de saber sobre el uso del hormigón para la creación de suelos. Con esta información, podrás tener el mejor suelo para tu proyecto.
Como su nombre lo indica, un suelo de hormigón es un tipo de suelo pavimentado con dicho material. Otra forma de verlo es como una solera o losa de hormigón pensada para utilizarse como piso. Esto en lugar de colocar materiales como cerámica, madera o ladrillo.
Los suelos de hormigón se pueden usar tanto para interiores como para exteriores sin problemas. También se pueden utilizar en construcciones domésticos, comerciales e industriales por igual. Por si fuera poco, es posible adaptarlo a distintos acabados para que vaya ad hoc a tu estilo arquitectónico.
Interior y exterior: Lo primero que debes de saber es que el hormigón se puede adaptar a suelos exteriores e interiores. Esto garantiza que puedas adaptar a distintos usos tanto en patios interiores como habitaciones dentro de tu construcción.
Resistente al medio ambiente: Otra de las características más llamativas de los suelos de hormigón es su gran resistencia y excelente durabilidad. Para exteriores, este material soporta muy bien la humedad, los encharcamientos y lluvia. También soporta los cambios de temperatura, erosión de vientos y la radiación del sol, entre otros factores externos.
Resistente al desgaste: No solo es resistente al desgaste causado por el medio ambiente y factores externos, también soporta el desgaste perfectamente. Y es que el hormigón puede contra la compresión, cargas, soporta bien el peso, tracción, vibración, etc. Todo esto hace que sea ideal para usos intensos y ligeros.
Costos accesibles: La gran ventaja que ofrece este suelo es su bajo costo. Así es, este tipo de material resulta ser accesible tanto en su montaje como en el mantenimiento. Es por eso que no necesitas un gran presupuesto para montarlo y mantenerlo en buen estado.
Montaje rápido: Colocar una losa o un suelo con hormigón resulta ser mucho más sencillo que otros materiales. El montaje solo requiere de preparación del terreno, colocación de refuerzo y aplicación. Posterior, se elige la técnica de finalización para terminar de montar el suelo ¡Así de simple!
Técnicas de acabado: Por último, debes de saber que una gran ventaja de este tipo de suelos es que hay muchos acabados. Así es, puedes elegir entre distintas técnicas de acabado para darle estilo y estética. De esta forma puedes personalizar los distintos suelos de hormigón según tu proyecto y sus necesidades.
Hormigón impreso
Caracterizado por su acabado, el hormigón impreso es uno de los tipos de acabado más populares. Esto debido a que el resultado suele ser muy estético y atractivo, así como totalmente personalizable.
Gracias al uso de un molde es posible darle un patrón o textura especial a tu suelo. De igual forma se usan pigmentos para darle un acabado de color más atractivo. Así es como se logran crear, por ejemplo, aspectos similares a otros materiales como madera, ladrillo, etc.
Entre las muchas ventajas que tiene este hormigón está en su bajo costo. Montarlo es muy sencillo y reduce tiempos de obra y costos de colocación. Su mantenimiento resulta ser muy simple, basta con lavarlo con agua a presión. Si eso no basta, debes de saber que es muy versátil y personalizable.
Hormigón pulido
A diferencia del hormigón anterior, el hormigón pulido destaca por su acabado totalmente pulido. Esto se logra mediante el uso de una pulidora de helicóptero y un pulido de la superficie. Así es como se logra el acabado tipo espejo del hormigón pulido tan característico de esta técnica.
Su uso es frecuente tanto en espacios abiertos como cerrados siendo estos últimos los principales. Esto debido a que el acabado pulido hace que el hormigón sea muy higiénico al no retener polvo. De igual forma, el acabado hace que sea muy resistente tanto a la corrosión como al clima y uso.
Montar el hormigón pulido en un suelo de Hormigón es realmente simple y el costo es realmente bajo. Se puede colocar en construcciones residenciales en distintas habitaciones desde alcobas hasta baños. También es muy útil para industrias en bodegas, naves industriales, áreas de procesamiento, de producción, entre otros espacios.
Hormigón desactivado
Uno de los tipos de hormigones menos conocidos, pero con grandes ventajas es el hormigón desactivado. También conocido como hormigón lavado, este se caracteriza por ser rugoso o áspero. La textura árida se logra gracias a la forma en la que se aplica y finaliza, así como por el hormigón utilizado.
Gracias a la textura áspera y árida de este hormigón, esta ofrece mucha mayor tracción. Para suelos donde habrá tránsito de vehículos, esto es muy útil por la tracción que ofrece con los neumáticos. En caso de lluvias o encharcamientos, esto ofrece una gran ventaja para el tránsito.
Su uso más común lo encontramos en el montaje de suelo de hormigón exterior o al aire libre. Aunque su acabado no es muy estético, sí que se puede usar para jugar con texturas. Es por eso que cada vez más lo vemos en terrazas, jardines, caminos y en cocheras.
Hormigón fratasado
A diferencia del hormigón pulido, el fratasado combina el uso de dos técnicas para su colocación. Primero se pule antes de que solidifique el hormigón para crear una superficie lisa y plana. Posteriormente se usa una herramienta de fratasado para crear una textura ligera sobre el hormigón, una especie de rayadura.
Esto hace que, al final tengamos un suelo de hormigón mucho más resistente y duradero. La micro textura aporta mayor tracción, lo hace anti deslizante y también ayuda a drenarlo. Así es como este hormigón se hace compatible tanto para interiores como para exteriores en casas, industrias, negocios, etc.
Colocar este tipo de hormigón resulta igual de accesible que otros tipos de hormigón aquí mencionados. Su mantenimiento resulta bastante sencillo lo que reduce los costos. De igual forma, es muy versátil y se adapta perfecto a distintos espacios. Si eso no basta, el hormigón da resistencia y mayor capacidad de carga.
Hormigón drenante
Por último, nos topamos con uno de los mejores hormigones para montar un suelo de Hormigón exterior. Y es que el hormigón drenante está diseñado para reducir el agua acumulada en la losa. Esto ayuda a reducir los daños, desgaste y erosión por la acumulación de agua, lluvia, humedad, etc.
Esto se logra gracias al uso de áridos de mayor diámetro los cuales se colocan en la mezcla del hormigón. Dichos áridos crean espacios entre el hormigón volviéndolo poroso, pero sin afectar su calidad. Así, se permite que el agua fluya a través de este hasta llegar al sistema de drenado.
Al final del hormigón se coloca un sistema de drenaje el cual ayuda a captar el agua y evitar encharcamientos. Esto es muy útil si quieres montar un suelo de Hormigón en exteriores o lugares con mucha lluvia. También puedes combinarlos con sistemas de captación y reciclaje de agua.
Los precios de un suelo de hormigón varían dependiendo del tipo de proyecto. Hay suelos y hormigones que son más caros que otros. También depende de la extensión y de las obras necesarias para la colocación, así como del acabado y estética final.
Un promedio del costo de un suelo de Hormigón va de los 20 hasta los 70 euros por metro cuadrado. Los 20 euros por metro cuadrado lo encontramos para los proyectos más básicos. Por otro lado, los 70 euros los encontramos para proyectos mucho más desafiantes con acabados más estéticos.
Es normal preguntar qué tipo de suelo de Hormigón elegir para mi obra. Esto dependerá de 3 factores. El primero a tomar en cuenta es el uso que le darás al suelo. Hay hormigones que resultan ser mucho más resistentes y sólidos que otros.
Otro punto a tomar en cuenta son las características del lugar. Por ejemplo, si montarás un suelo exterior es mejor optar por un hormigón drenante. Si colocarás un suelo interior puedes elegir un hormigón impreso o pulido. Este punto y el anterior van de la mano para encontrar el hormigón que haga match con tus necesidades.
Por último, siempre es importante tomar en cuenta el costo del suelo de Hormigón y tu presupuesto. Si tu presupuesto es limitado, por ejemplo, entonces opta por el hormigón más barato. Si quieres mejores resultados y acabados, vale la pena invertir un poco más.
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