En el campo de las construcciones existe un material que ha sido el más utilizado en las últimas décadas, el hormigón.
Para obtener una mayor resistencia del mismo hay distintos agregados de fibra que funcionan a la perfección en dicho objetivo.
El hormigón es un producto, que como ya mencionamos, se utiliza en construcción.
Este material se obtiene al componer, a partir de distintos materiales, unos aglomerantes de agua, áridos y aditivos, entre los cuales se halla la fibra.
El hormigón fibrado, o el refuerzo del hormigón con la fibra, es un método para las construcciones usado desde hace muchos años atrás.
La idea se inició en el antiguo Egipto pero se hizo una realidad científicamente en la década de los 70, cuando se buscaba aditivos que permitieran una mejor resistencia del hormigón frente a altas tensiones.
Pero, ¿de qué forma mejora el rendimiento del hormigón al ser reforzado con fibra?, pues son diversas las ventajas que existen al hacerlo, y aquí podrás descubrirlas.
El aumento de tenacidad es una de las ventajas.
La tenacidad se trata de la medida de la capacidad de absorción de energía que presenta un material.
Se usa para caracterizar las aptitudes de resistencia de fracturas cuando se somete a esfuerzos estáticos, dinámicos o a fuertes impactos de peso.
La no oxidación, su estabilidad química y la garantía de durabilidad también se suman a la serie de beneficios que emana la utilización de fibra para reforzar el hormigón.
Asimismo, la fibra reduce el revenimiento –que se trata de la fisuración por asentamiento-. Disminuye la permeabilidad, reduce la fisuración generada por la contracción plástica y aumenta la resistencia a al impacto y abrasión.
La aplicación de este importante material de construcción es funcional en distintas formas, algunas de ellas pueden ser:
Existe una variedad de fibras para el reforzamiento de hormigón, las cuales se pueden clasificar dentro del grupo de microfibras y macrofibras.
Existe un trabajo llamado mallazo o malla electrosada, si se reemplaza la función de dicha malla por muchas y pequeñas tiras de alambre, entonces hablamos del hormigón fibrado metálico.
Sus alambres de acero finos se mezclan al cemento, la piedra de hormigón y la arena, lo que conlleva a una alta resistencia estructural por parte del hormigón preparado.
Estas fibras de acero incrementan la resistencia a la flexión, además permiten la ductilidad, el control de fisuración en el hormigón y alta resistencia ante un impacto.
Actualmente la tecnología ha permitido que se utilicen fibras naturales de nivel industrial, luego de que en el pasado se hubiera ensayado con heno, caña de azúcar, cabello, coco, sisal, plátano, etc.
Este nuevo tipo de fibras admite un costo más bajo en la fabricación de hormigón reforzado.
Sin embargo, si el hormigón en cuestión no se encuentra bien aislado de la atmósfera y si se usa de forma abusiva, tendrá el riesgo de descomponerse dentro de la masa del hormigón y debilitarlo.
Estas mejoran a gran nivel la resistencia, la capacidad de bombeo –impidiendo que se adhiera a las tuberías de la bomba- y controlan la fisuración del hormigón en la etapa de fragüe.
Son parecidas a las fibras de la lana mineral de fibra de vidrio pero mezcladas en el hormigón.
Se usan con especialidad en paneles de las fachadas de construcciones de edificios, tanto residenciales como comerciales.
Las fibras de refuerzo del hormigón son fundamentales para su resistencia, haciéndola funcional y versátil en construcciones. Paviconj ofrece pavimentos y obras de alta calidad.
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